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Un Año Después, Los Puertorriqueños Encaran La Muerte En La Estela De María

Una casa en Guaynabo, que fue totalmente nivelada por el huracán María, todavía se encuentra en ruinas un año después de la tormenta. (Jesse Costa / WBUR)
Una casa en Guaynabo, que fue totalmente nivelada por el huracán María, todavía se encuentra en ruinas un año después de la tormenta. (Jesse Costa / WBUR)

This report is also available in English.

Cándido Reyes y Luz María Muñiz encontraron el amor tarde en la vida, ella a sus 50 y tantos y el a sus 60 y tantos, pero al menos encontraron lo que algunas personas nunca encuentran. Él le dijo que la amaba más que a Dios y él lo creía hasta el punto en que se disculpaba por ello en sus oraciones.

“[Mi padrastro] dedicó tanto tiempo a decirle a las personas cuan enamorado estaba,” dijo Débora Pérez, una residente de Stoneham cuya madre vive en el pueblo de Sabana Seca, en Toa Baja, Puerto Rico. "Se lo decía a las personas en la iglesia y a los extraños."

Debbie Pérez (Cortesía)
Debbie Pérez (Cortesía)

Cuando golpeó el huracán María, este jueves hace un año, Pérez dijo que estaba desesperada por saber cómo estaba su madre, pero no había servicio de celulares.

"Cuando empezaron a llegar los informes de inundaciones en Toa Baja, donde están mi madre y mi abuela, fue cuando el verdadero terror me atacó," dijo ella.

"[Los informes de los medios] hablan de ahogamientos, hablan de personas que quedaron atrapadas en deslizamientos. Y comienzas verdaderamente a temer que algo le haya pasado a tu familia o que haya pasado algo."

Pasó una semana antes de que Pérez recibiera noticias de que todos estaban bien, pero pasaron meses antes de que se restaurara la electricidad en Toa Baja. Cándido Reyes y Luz María Muñiz sobrevivieron a la tormenta, pero lo peor aún estaba por llegar.

Personas de toda la isla, de 135 millas de largo, dicen que la estela del huracán María es lo más difícil con lo que han tenido que lidiar, significó una vida sin electricidad durante meses ininterrumpidos. Para las ancianos y enfermizos, personas cuya atención médica depende de electricidad estable, el huracán era una sentencia de muerte.

Para Cándido Reyes, el hombre que amaba más a su esposa de lo que amaba a Dios, los meses posteriores a la tormenta fueron demasiado para su corazón.

"Caminar millas enteras no era en realidad algo que él debería haber hecho."

Débora Pérez

"El hecho de que tenían que buscar alimentos y agua o tenían que depender de los vecinos... provocó mucha ansiedad y estrés para su corazón," dijo Pérez refiriéndose a su padrastro. "Caminar millas enteras no era en realidad algo que él debería haber hecho."

Tres meses después de la tormenta, Cándido Reyes murió de insuficiencia cardíaca.

Contando los fallecidos

El recuento de fallecidos por una catástrofe natural, normalmente, no está sujeto a controversia, pero Puerto Rico es único.

Durante meses luego del huracán, el gobierno puertorriqueño insistió en que solo murieron 64 personas en la tormenta. El presidente Trump, cuando visitó por primera vez la isla, dijo que María no era una “verdadera catástrofe como Katrina.”

Pero las personas sobre el terreno pensaban distinto. El Centro Puertorriqueño para el Periodismo Investigativo fue el líder. Los periodistas, en colaboración con Quartz y Associated Press, entrevistaron a las familias de 300 personas que murieron en la estela de María y revisaron los testimonios de 200 más.

Los periodistas determinaron que para el 1o de octubre, casi dos semanas después de que atacó la tormenta, habían muerto 152 personas por falta de electricidad.

No fue sino hasta agosto de 2018 cuando el gobierno puertorriqueño cambió el número de víctimas oficial estimado de 62 a 2975.

Lidiando con las secuelas

Algunos puertorriqueños lidian con la muerte por medio del arte. Uno de ellos es Pedro Adorno, que ha sido presidente, durante 25 años, de Agua, Sol y Sereno, una colectivo teatral comunitario de San Juan. La compañía viajó por todo Puerto Rico en las semanas y meses posteriores a la tormenta, llevando sus títeres a las personas, y Adorno dice que pronto fue evidente que no se estaba comunicando la verdadera dimensión de la devastación.

Pedro Adorno, al frente, y parte de su compañía de teatro Agua, Sol, y Sereno, ensayan su espectáculo: "Corazón de Papel: La historia de un huracán", una representación del desastre posterior a María. (Jesse Costa/WBUR)
Pedro Adorno, al frente, y parte de su compañía de teatro Agua, Sol, y Sereno, ensayan su espectáculo: "Corazón de Papel: La historia de un huracán", una representación del desastre posterior a María. (Jesse Costa/WBUR)

"Todos teníamos un fuerte presentimiento: ‘Algo anda mal,’ " dijo él. "Dicen que solo murieron 16 personas en ese huracán. Eso no es posible.

"Sabíamos de muchos hospitales que estaban sin electricidad, de muchas personas en tratamiento para el cáncer [que no estaban recibiéndolo], de personas con problemas renales, lo sabíamos, lo percibíamos, pero [el gobierno] negaban la información."

Esta semana, como WBUR está de nuevo en Puerto Rico, condujimos hasta Sabana Seca para buscar a Luz María Muñiz. La noche anterior nos había dicho que estaría contenta de recibirnos, aunque no estaba contestando el teléfono en la mañana.

Las primeras personas que vimos en el pueblo se ofrecieron a ayudar a encontrar la casa. Nos contaron sobre su propia devastación y dijeron que la mayoría de las personas se habían ido del pueblo, bien a tierra firme o a otras partes de Puerto Rico.

Podíamos sentir su ausencia en el aire, a pesar del zumbido de las herramientas eléctricas y al canto entrecortado de los gallos de pelea. Sabana Seca se sentía de alguna forma más tranquila de como debería estar.

La residente Marta María Hernández dijo que la vida no es igual con tantas personas que se han ido. Ella dijo que las personas solían pasear a sus perros y saludar a los demás. Ahora todo es silencioso y nadie sale de su casa.

Finalmente encontramos la casa. Golpeamos el portón de acero: "¡Maríiiia!," Gritó el hijo de Hernández, pero no hubo respuesta.

En el sofocante calor la vecina de al lado, Juana Alicea, nos ofreció jugo de naranja frío en su patio. Ella recordó los gritos en la casa de al lado de que Cándido Reyes había muerto. Ella dijo que se apresuró en dirección a los gritos y cuando vio a Cándido Reyes, estaba tendido en el suelo, respirando por última vez.

Juana Alicea sirve jugo de naranja en tazas para Indiana Medina y para Kendra, de 3 años de edad, cuando pasan frente a su casa en un día cálido de Toa Baja. (Jesse Costa/WBUR)
Juana Alicea sirve jugo de naranja en tazas para Indiana Medina y para Kendra, de 3 años de edad, cuando pasan frente a su casa en un día cálido de Toa Baja. (Jesse Costa/WBUR)

Ella pasó su mano sobre los párpados de él y le dijo a Luz María que no se preocupara, su esposo ya no estaba sufriendo.

Le envié un mensaje de texto a la hija de Muñiz, Pérez, a su casa, y finalmente supo sobre su madre.

"Ella dijo que ha estado en cama," contestó Pérez por escrito. "No se quiere levantar. Está muy deprimida. Pensando mucho en mi padrastro. La animé un poco, pero está teniendo un mal día hoy."

Nos fuimos de Toa Baja y esperábamos que Muñiz hablara con nosotros cuando se sintiera mejor, pero no volvió a contestar más el teléfono.

La muerte es algo que muchos puertorriqueños se han visto forzados a confrontar en la oscura estela de María, bien del lado de sus seres queridos, o más recientemente, en la aseveración de que el recuento de muertes es una ficción diseñada para difamar al presidente.

Pérez describe los eventos como su llamado a convertirse en activista. Inició un podcast sobre puertorriqueños en la diáspora, y luego de haber nacido y crecido en tierra firme, por primera vez consideró mudarse a la isla.

Cuando murió su padrastro, Pérez decidió mudarse definitivamente a Puerto Rico. "Para mí es una travesía espiritual, porque, puedo regresar y conectarme con mi cultura y mi gente, y puedo encontrar maneras de ayudar sobre el terreno."

Puerto Rico perdió a miles en la estela de la tormenta, pero al menos la isla ganará una con la llegada de personas como Debbie Pérez.

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Simón Rios Reporter
Simón Rios is an award-winning bilingual reporter in WBUR's newsroom.

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