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Pequeñas Bodegas Y Tiendas En East Boston Y Chelsea Se Preguntan: ¿Dónde Está La Ayuda?

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The view down Second Street in Chelsea. (Jesse Costa/WBUR)
The view down Second Street in Chelsea. (Jesse Costa/WBUR)

Traducido por El Planeta Media. Or, here in English.

La economía iba muy bien para Claudia Gallego, hasta que se declaró el estado de emergencia en Massachusetts.

Ella tiene tres negocios en East Boston: un bar que ha estado cerrado desde mediados de marzo, y una bodega y una carnicería que han permanecido abiertas.

A pesar de que estos son negocios esenciales, ella asegura que sus ganancias han bajado en un 80 por ciento en los últimos dos meses, y que está perdiendo dinero. Algunos de sus clientes tienen miedo de salir de casa, y otros simplemente no tienen dinero para comprar comida.

“Nosotros hemos aplicado a todas las ayudas y préstamos que nos han dicho. Pero hasta ahora no hemos recibido ninguna ayuda”.

Gallego solicitó recibir fondos bajo el Paycheck Protection Program (PPP) de $659.000 millones, un fondo masivo de rescate federal creado para ayudar a las pequeñas empresas por orden de llegada.  Seis semanas después, Gallego todavía no ha recibido ningún dinero.

Y no está sola.

Una encuesta realizada por la organización sin fines de lucro East Boston Main Streets descubrió que de 105 negocios propiedad de latinos, solo cinco habían recibido un préstamo bajo la primera ronda de PPP.

"Me duele decir esto", dijo Gladys Oliveros, quien encabeza esta organización. "Todas las barberías, las peluquerías, los estudios de fotografía, las tiendas de ropa. Ninguno de ellos ha podido [obtener dinero de rescate], ni lo podrá hacer".

Oliveros dijo que hay dos obstáculos principales para obtener el dinero: muchos de estos negocios no tienen su contabilidad en orden, lo que los pone en una gran desventaja frente a las pequeñas empresas con hasta 500 empleados, el número máximo permitido en el programa. Segundo, cuando uno o más propietarios son indocumentados, explicó Oliveros, el gobierno no les permite calificar.

"Las tiendas aquí en East Boston son el corazón del vecindario", dijo Oliveros. "Esa es la fuente de vida para todos nosotros, donde compramos nuestra comida diaria".

¿Desierto En La Calle Broadway?

East Boston limita al norte con Chelsea, la ciudad que tiene la tasa de infección más alta de Massachusetts, con diferencia.

"Podríamos ver un desierto en la calle Broadway a menos que encontremos una manera de cuidar a las pequeñas empresas familiares", dijo Rich Cuthie, el Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Chelsea.

Mientras que otras cámaras de comercio en todo el país están hablando de celebrar una "gran reapertura", Cuthie dijo que no puede comprender tener esa mentalidad.

"Yo pienso: ‘¿me estás tomando el pelo?’ Estamos tratando de mantener viva a la gente", dijo.

Un letrero en la Farmacia Margolis en Chelsea que indica, en español, que no tienen muchos de los artículos necesarios para que las personas combatan la pandemia de COVID-19. (Jesse Costa/WBUR)
Un letrero en la Farmacia Margolis en Chelsea que indica, en español, que no tienen muchos de los artículos necesarios para que las personas combatan la pandemia de COVID-19. (Jesse Costa/WBUR)

Cuthie teme lo que podría suceder si las empresas familiares que están en el corazón del distrito comercial de la ciudad se quedan solas.

E incluso cuando las empresas vuelvan a abrir, dijo, habrá otro problema: ¿comerán, comprarán y gastarán dinero en Chelsea -un epicentro del coronavirus en Massachusetts- si no hay una vacuna?

"Podemos decir que los negocios están abiertos durante todo el día", dijo, "pero si los clientes no se sienten seguros de regresar y comprar... estas son las cosas que están impactando lo que están pasando nuestros distritos comerciales del centro de la ciudad".

Cuthie dijo que la primera ronda de PPP dejó fuera a muchos de los negocios que son el alma de Chelsea. Pero está viendo señales de que la segunda ronda irá a compañías más pequeñas.

Esperanza Para La Segunda Ronda

Un reciente estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica, con sede en Cambridge, descubrió que las empresas pequeñas ubicadas en áreas donde el coronavirus causó el menor daño tenían el doble de probabilidades de recibir dinero del PPP que aquellas ubicadas en las áreas más afectadas.

En la primera ronda del programa, solo el 15% de las empresas localizadas en las áreas más afectadas habían recibido el dinero, frente al 30% en las áreas menos afectadas durante la primera ronda del programa.

Aún así, la Administración Federal de Pequeños Negocios (SBA), la entidad que administra el programa, afirma que PPP ya ha ayudado a cerca de 100,000 empresas en Massachusetts con unos $15 mil millones de dólares desembolsados.

La SBA también dijo que la ronda actual de financiación ha sido más efectiva para ayudar a las empresas más pequeñas.

"Quiero que la gente sepa que hay recursos que pueden ayudarlos", dijo Bob Nelson, director de distrito de la oficina de Massachusetts de la SBA.

Nelson está alentando a las empresas que no han solicitado, a participar. Para la segunda ronda, dijo, la SBA está tomando más medidas para asegurarse de que incluso las empresas más pequeñas reciban ayuda.

"Estamos aquí y somos accesibles", dijo. "Todo lo que [los dueños de negocios] tienen que hacer es enviar este simple correo electrónico a la oficina del distrito de Massachusetts ... y decir: 'Necesito ayuda, mi idioma preferido es este', y conectaremos a las personas con los recursos".

Uno de los cambios en la segunda ronda de PPP ayudó a Johanna Mateo, de 27 años, a obtener un préstamo, el cual es perdonable si el 75% se destina a pagar la nómina de empleados.

Junto con sus tres hermanos, Mateo es dueña de Catracho's, un restaurante hondureño en Chelsea. Ella dijo que pasó por un banco tradicional para solicitar PPP en la primera ronda y no tuvo éxito. Luego, con la ayuda de una organización local, recurrió a PayPal, una de las compañías de tecnología financiera a la que se le permitió procesar dinero PPP en la segunda ronda.

Mateo dice que el negocio recibió menos de $20,000, no una cantidad enorme, pero suficiente para mantener las luces encendidas y contratar si es necesario.

"Debido a la falta de flujo de caja que sufrimos en abril ... esto simplemente nos dio un poco de oxígeno mientras continuamos evaluando la situación y adaptándonos a lo que podría ser la nueva normalidad", dijo.

Esta nueva normalidad podría significar el fin para algunas empresas, dijo Glynn Lloyd, quien dirige la Fundación para la Equidad Empresarial. Antes del coronavirus, este grupo ayudó a pequeños negocios afroamericanos y latinos a convertirse en compañías más grandes.

Ahora, dijo Lloyd, el objetivo es la supervivencia, y eso significa ayudar a las empresas a navegar el sistema de rescate federal.

"No todos van a lograrlo, seamos realmente claros, porque esta es una tormenta muy, muy oscura", dijo Lloyd. "Veremos ganadores y perdedores, y aquellos que tengan un acceso más rápido a los recursos tendrán una mejor oportunidad de ganar".

Lloyd dijo que el dinero del rescate federal no será una panacea. Pero podría ayudar a algunas compañías a sobrevivir una crisis que muchos comparan con los peores períodos en la historia de Estados Unidos.

This segment aired on May 13, 2020.

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